martes, 3 de noviembre de 2015

¿ES INCOMPATIBLE LA PRÁCTICA DE DOS RITOS?


                        

Por: Iván Herrera Michel
                          

Voy comenzar estas líneas, recordando una frase del Masón Vince Lombardi. Un legendario entrenador que pasó al Or:. Eter:. en Nueva York en 1970 y que tiene un lugar de honor en el “Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional”: “nadie puede predecir que altura podrá alcanzar... ni lo sabrá tampoco hasta que no despliegue plenamente sus alas”.   
         
En Masonería, una persona se inicia en una Logia y encuentra no solo un Rito en especial entre muchos otros de los que existen, sino además una particular manera de concebirlo en medio de muchas otras formas. Hasta ahí todo es normal, pero lo que también suele suceder es que ese nuevo Masón es inducido a considerar que esa es la “única” y “correcta” manera de Masonería que existe Y eso no solo no es cierto, sino que además le impide desplegar en libertad plenamente sus alas.
      
Si dedicarse con entusiasmo al método y a la metáfora constructiva Masónica sobre la plataforma de un Rito en especial ya de por sí es inspirador, encararse con dos al mismo tiempo es fascinante por las perspectivas que ofrece. Lo digo desde mi experiencia personal de siempre. Cuando mi inicié y recibí todos mis Grados simbólicos acostumbraba practicar cada vez que quería el REAA y el Rito de York.  Y ahora también lo hago ocasionalmente con el REAA y el Rito Francés o Moderno. 
        
También he observado que nuestros Aprendices de hoy están igual de contentos como lo estábamos los aprendices de hace treinta años comentando las particularidades, las diferencias y el simbolismo de los dos Ritos Masónicos que practicamos.  No he conocido desde entonces una razón que me convenza de que a los Aprendices se les deba limitar en su conocimiento de la Masonería. En mi opinión, tampoco tenemos el derecho a coartarles su instrucción Masónica ni de manipularles la información. Ellos deben tener la oportunidad de desplegar plenamente sus alas.
          
Voy más allá. Por el contrario, los Maestros Masones tenemos la obligación de instruirlos
Mandil de Maestro del REAA
en los Ritos para los que estamos autorizados en el espectro de la Orden.  Y hay que hacerlo sin miedo a la libertad de ellos, sin sentirnos amenazados por sus convicciones y conclusiones, y con sencillez, que es lo más difícil del mundo. Y por sobre todo, sin escepticismo ni tratando de colonizar las Tenidas con ideas que no son propias del corpus Masónico. Controlando siempre el método Masónico, pero nunca al Masón.
              
Ellos, y no nosotros, son los titulares del derecho a elegir su propio horizonte Iniciático cuando tienen dos posibilidades al frente, ya sea porque quieren ver ampliados sus medios o por un asunto de pulimento de su propia Piedra Bruta en una determinada manera que han elegido conscientemente. Sobre todo, porque resulta evidente que la formación en dos ritos produce una huella más profunda a la vez que brinda una sensación de avance en la Orden a partir de la dedicación desarrollada. 
        
Cada Rito posee cierto grado de coherencia con otros que les son más o menos afines. También he notado que algunos son incompatibles entre sí. En el caso del REAA y el Rito Francés, no hay incongruencia si los asumimos desde una lectura liberal no prejuiciada y progresista. De esta manera, nos facilita que las comprensiones que adquirimos en el uno nos preparen mejor para las del otro. 
            
Los expertos en Masonería repiten una y otra vez que es necesario cultivar un espíritu crítico dirigido a reflexionar con mente abierta sobre las prácticas Masónicas. Pero resulta curioso, por decir lo menos, que muchos de quienes pregonan esta disciplina al mismo tiempo precisan lo que debe entenderse de manera invariable por un símbolo, por los predicamentos de un solo sector de la Orden o por las alegorías de un Rito en especial, en desmedro de la categoría de diversidad que remite a la visión de una realidad fragmentada, previa a una ética basada en valores y no en referentes absolutos.
          
La Masonería progresista tiene una doctrina, pero a los Masones no les es dado adoctrinar a nadie. Estas circunstancias están separadas por una línea muy fina que es preciso tener clara. El adoctrinamiento Masónico en un solo Rito, cuando se puede trabajar armónicamente en dos que sean coherentes, es lo contrario de la construcción Masónica respetuosa. Convierte al iniciado en un Masón sin autonomía, caracterizado por la fe ciega y la ausencia de pensamiento crítico con respecto a las potencialidades constructivas de otro Rito. Restringe la información necesaria para tomar decisiones. Le impide pensar y elegir por sí mismo.
              
Mandil de Maestro del Rito Francés
En esta relación derecho – deber – construcción, diseñada en clave Masónica, el Masón que posee el derecho a educarse, tiene igualmente el deber de educar y de ser la construcción.
              
Como Venerable Maestro de una Logia Masónica, traté siempre de ser respetuoso del derecho que tienen los Aprendices, los Compañeros y los Maestros de conocer los Ritos que legítimamente se ofrecen.
          
En mi Taller hemos tratado de crear un clima para cada Ritual que incluya unas determinadas condiciones físicas, que van desde la decoración del Templo hasta la de los Masones, pasando por el texto explícito. En consecuencia, mis Hermanos que se han apersonado de la experiencia se han dado cuenta de que es la vivencia iniciática la que activa el potencial del metodo constructivo, y han comprendido que la falta de conocimientos crea un paraíso que siempre termina mal.
           
Ellos han ido desarrollando con cada Rito nuevas agudezas. Asimilando vitalmente los componentes Masónicos y fortaleciendo su compromiso con el estudio de los asuntos de la Orden. Y naturalmente, han estado creando un egregor para el Taller en el que se pueda libremente desplegar plenamente las alas.
             
               
                      
              



2 comentarios:

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo en lo expresado por el QH en este artículo cada Rito es una forma de entender la masonería y por tanto el conocer y practicar varios Ritos hacen que el masón tenga un mejor entendimiento de la práctica de la masonería dada por el ancho cauce del conocimiento que así se adquiere
Un TAF
Pablo Alfonso Lopez MM Quito Ecuador

Hengels Aranguibel Huerta dijo...

Esta palabras expresadas por el QH Herrera Michel (las cuales comparto y suscribo en un 100%), encuentran soporte en la condición universal de la Masonería. No se es universal solo por la condición que tenemos los Masones de estar esparcidos por el Orbe; sino que esa universalidad se asienta en la diversidad de ritos y conocimientos de los que el Masón se pueda servir para tallar su propia piedra. Hacer lo contrario es fomentar un dogmatismo masónico que irá en detrimento de la propia orden. Un TAF fraternal a todos mis QQHH, desde el oriente de Maracaibo, Venezuela.